El deporte es un claro ejemplo de consumismo en el presente. Este consumo de bienes y servicios deportivos está vinculado a la figura corporal y la apariencia, ya que ahora el hacer deporte implica moverse en espacios públicos donde se exhibe la indumentaria. También este consumo está unido a una puesta en juego del cuerpo, las prácticas, la ropa o los accesorios utilizados para el deporte implican una forma de utilizar y de presentar el cuerpo.
Reebok, Adidas y Nike (por orden de aparición) son grandes reyes del mundo deportivo y han conseguido que hoy no solo luchen los equipos en los campos, sino que también compitan las marcas. Todas patrocinan a alguna selección, equipo, liga y/o deportista de diferentes disciplinas, que han llevado, mejor que cualquier agencia de publicidad, la imagen de estas compañías a todo el mundo. Actualmente es inconcebible que una estrella deportiva no tenga atrás a un superagente, esa persona que en realidad le "fabrica" la imagen y le consigue otros negocios con firmas comerciales. (Ver cuadro Deportistas y equipos por empresa).
En Argentina, muy lejos de los reyes del mercado, tenemos empresas nacionales con marcas deportivas propias, por ejemplo Alpargatas dueña de Topper. También está Signia, surgida entre la desaparecida Gatic y TyC Sports.
REEBOK
REEBOK
Joseph William Foster de Bolton, Inglaterra, corredor entusiasta y miembro de los "Bolton Primrose Harrier", quería un par de zapatos de atletismo para correr. Con unos pocos ahorros, a principio de 1890, él mismo se fabricó manualmente unos, creando así el primer par de zapatos para correr, los "Spike of Fire".(zapatos con clavos de fuego) Posteriormente Foster los empezó a fabricar, siempre a mano, para los otros corredores. Joseph fue perfeccionando su técnica e instaló su propio negocio, haciendo zapatos de atletismo. Debido al éxito de este calzado, atletas de elite de todas partes de Inglaterra, y de otras partes del mundo, empezaron a encargar sus Fosters. Los zapatos "Foster Deluxe Spike" eran un modelo tecnológicamente avanzado que cambió para siempre las carreras y se mantuvo como el mejor zapato para correr por casi 50 años. Así a partir del 1900, la compañía empezó a desarrollar una clientela internacional de atletas. Pero Foster desarrolló una "medida personal" diseñada para cada pie, siendo los primeros en intentar dar a cada corredor un producto ajustado a su propio tamaño de pies.
Los productos Foster fueron usados en los Juegos Olímpicos de Paris 1924, por Harold Abrahams, Eric Liddell, Lord Burteigh, entre otros, que además fueron inmortalizados en la película "Carrozas de Fuego"3.
Los productos Foster fueron usados en los Juegos Olímpicos de Paris 1924, por Harold Abrahams, Eric Liddell, Lord Burteigh, entre otros, que además fueron inmortalizados en la película "Carrozas de Fuego"3.
Dos de los nietos del fundador, Joseph y Jeffrey Foster, vieron el poco crecimiento del negocio de la familia. Después de haber viajado por el mundo y ver el crecimiento del negocio de los deportes, empezaron con su propia compañía: Mercury. Una vez ya registrada la compañía, Jeffrey consultó un diccionario y descubrió la palabra "Reebok", que significa "Gacela Africana", llamando así oficialmente a la compañía.
En 1979, Paul Fireman, un experto en marketing de equipos outdoor, ubicó las zapatillas Reebok en el show NSGA, feria internacional de deportes, y convenció a la compañía que le otorgaran la distribución de Reebok para Estados Unidos. Fireman negoció paralelamente la distribución del producto en el mercado norteamericano y así empezó la comercialización en el nuevo continente de tres tipos de zapatillas, orientadas al mercado del running, que se posicionaron rápidamente.
El gran salto de la compañía, se produjo 1982 cuando introdujo en el mercado el primer calzado deportivo orientado específicamente al público femenino. El modelo se llamó FreestyleTM, y con él Reebok transformó en tres puntos, a la industria deportiva: hizo culto del movimiento aeróbico, abrió el mercado femenino al mundo del deporte y contribuyó a la aceptación del calzado deportivo, como calzado informal. Con esto comenzó el auge del fitness e hizo que se desarrollara una línea entera de zapatillas para aeróbica y fitness. Fue así como Reebok logró convertirse en la marca de calzado deportivo preferida por el segmento femenino. En la actualidad, la zapatilla FreestyleTM es un clásico de Reebok y continúa siendo el producto de calzado más demandado de la historia de la compañía, a pesar de las múltiples generaciones de calzado que se han ido creando para la práctica del aeróbic.